jueves, 14 de junio de 2012

El granate afila tus percepciones de ti mismo y de los demás.



Hechizo by Di
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 Se cree que el nombre de “granate” proviene de la fruta llamada “granada”, que contiene semillas de color rojizo, parecido al color del granate. A la hora de determinar el valor de un granate, el color es el factor más importante. Este debe ser intenso y uniforme con una tonalidad no demasiado clara ni demasiado oscura. Un buen granate no debería presentar imperfecciones a simple vista e inclusiones mínimas a la lupa. El tamaño también es un factor muy determinante para estimar el valor de la piedra.  Los granates en realidad son un grupo de minerales relacionados, que tienen una estructura cristalina cúbica con ligeras variaciones en su composición química. El granate es un cristal muy conocido y utilizado especialmente en joyería,  la variedad de color rojo, es la más frecuente, pero no se limita a ese color y lo podemos encontrar en amarillo, marrón e incluso verde. En total, hay siete tipos principales de granates que son Almandino, Piropo, Espesartina, Grosularia, Andradita, Rodolita y Malaya.
 La historia del granate se remonta a la Edad del Bronce (hace más de 5.000 años), época en la que esta piedra preciosa era muy popular entre los artesanos. Según las mitologías cristiana y judía, cuando la cólera divina nubló la tierra con tormentas ensordecedoras e interminable lluvia durante el Diluvio Universal, un granate rojo resplandeciente indicó el camino a Noé, dirigiendo finalmente su arca hacia la salvación. A diferencia de otras piedras preciosas, los supuestos poderes de los granates pueden ser tanto protectores como destructores. Los cruzados engastaban granates en sus armaduras, creyendo que el poder protector de las piedras les conduciría a salvo. Algunas culturas asiáticas, en cambio, añadían esta piedra preciosa a las balas, creyendo que el poder destructor del granate aumentaría en gran medida el tamaño de la herida.  Los persas utilizaban el granate contra los rayos y la fiebre.
Como amuleto era muy apreciado para ellos, lo llamaban “León granate”, ya que consideraban que esta gema era la sangre petrificada de un dios, otorgando a quien lo portaba la invulnerabilidad. Los griegos y los romanos, en contra, hacían con él amuletos de muy diversas cualidades. Su energía es proyectiva, su planeta  Marte, su elemento  el Fuego y sus deidades  son: Marte, Ares, Badbh, Dagda, Mana Wyddan, Achall.

Poderes curativos
Tiene poderes de curación, protección, fuerza, y las piedras asociadas son: el rubí, y la turmalina roja.  Y en la rueda del zodiaco tiene una afinidad con los signos: Tauro, Géminis, Escorpión, Sagitario y Acuario.
El granate nos ayuda a mejorar nuestras relaciones sociales, permitiéndonos comunicarnos y abrirnos al mundo de modo positivo. Por esta misma razón es un cristal fabuloso para las personas que se encuentran deprimidas o se sienten estancadas.
Ayuda a activar  las energías creativas y la imaginación, lo que  permitirá explorar nuevas ideas, nuevos proyectos y nuevos sueños. Ideal para las personas que no saben muy bien qué hacer con su vida.  Es muy bueno y curativo para el espíritu,  el cuerpo y estimula el metabolismo. Trata los problemas espinales y celulares, purifica y reenergetiza la sangre, el corazón y los pulmones. Regenera el ADN. Ayuda a asimilar mejor los minerales y vitaminas. Se puede  aprovechar en cualquier tipo de  meditación para activar y limpiar nuestras energías y sin duda se verán reforzadas por su fuerza.  Abre nuestro canal intuitivo, limpiándolo para permitirnos escuchar la voz divina que hay en nuestro interior.
Ideal para el chacra uno base, el  base ya que favorece a la eliminación de los productos de desecho y regula el funcionamiento del sistema digestivo y excretor, como los movimientos peristálticos del intestino.
Chacra dos umbilical: Previene los desordenes menstruales, disfunciones eréctiles, alteraciones psíquicas y ataques epilépticos. Colocar durante 10 minutos diarios en estado de relajación y tumbados para aumentar la potencia sexual.
Chacra del cuatro corazón: Contribuye a purificar la sangre asegurando una correcta oxigenación de ésta, a la vez que previene problemas de artritis y pseudo calcificaciones óseas. Trabaja sobre la memoria y la columna vertebral. Combate la depresión, la fatiga y el letargo. Activa la imaginación y despierta la creatividad.
En tradiciones orientales se consideraba que el granate nacía de la cabeza de las serpientes, manteniendo la creencia de que estas piedras le servían de guía al animal en su camino hacia la muerte, ya que carecían de buena visión. Aseguraban que, en su agonía, los reptiles llevaban una de estas gemas en su mandíbula y que solo la soltaban cuando tenían necesidad de comer.
Los caballeros medievales acostumbraban a llevar un saquito con un granate a las cruzadas, con el fin de recuperarse rápidamente si resultaban heridos o si eran envenenados.
En el siglo XII los granates se usaban para repeler insectos. Una forma de comprobar si la piedra era buena o no era la siguiente. Se desnudaba el portador y se colgaba en el cuello únicamente la piedra de granate, se untaba con miel y se acercaba a un panal de avistas o abejas. Si los insectos ignoraban a la persona en sí, esta piedra era auténtica, sino era falsa.
Usos mágicos.
Se cuenta que Abraham acostumbraba a encerrar a sus esposas en aposentos sin luz, colocando en cada una de ellas vasos tallados en granate, que irradiaban una potente luz, gracias a la cual el patriarca leía los ocultos pensamientos de sus mujeres.
Esta piedra se usa para aumentar la fuerza corporal, la resistencia y el vigor. Si la llevas durante operaciones mágicas obtendrás una energía extra. También es conveniente usarla cuando se requiera un esfuerzo físico o mental (largas caminatas, estudiar hasta la madrugada, realizar rituales delicados…)
Es una piedra de protección. Se considera que fortalece el aura y crear un escudo cargado de vibraciones positivas que repele las energías negativas a través del contacto. El granate está particularmente prescrito como una protección contra ladrones. Por ello, si se ha obtenido de una forma deshonesta, invierte sus propiedades acarreando desgracias.
Cuando te tienes que separar de un amigo durante un largo periodo de tiempo, es conveniente intercambiar piedras de granate (las cuales han tenido que ser cargadas previamente con la energía de cada uno), con el fin de estar mágicamente seguros del reencuentro.
Es la piedra más indicada (junto con el jaspe rojo), para aumentar el deseo sexual, sobre todo dentro de la pareja.
El granate afila tus percepciones de ti mismo y de los demás. Disuelve aquellos patrones de conducta que tenemos muy arraigados, que ya no nos sirven y que nos impiden evolucionar, superando la resistencia y el sabotaje inconsciente. Nos ayuda a abandonar las viejas ideas obsoletas y libera las inhibiciones y tabúes, abriendo el corazón y aumentando la confianza en uno mismo. Usar un dije nos ayuda a prevenir accidentes en los viajes, pero si se ha obtenido de forma deshonesta invierte sus propiedades acarreando desgracias.







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