jueves, 16 de enero de 2014


¡¡¡No soy perfecta!!! Tengo virtudes y defectos, tengo luz y oscuridad, tengo errores, ¡muchos! y también tengo aciertos. Hoy en especial pido DISCULPAS a quien he lastimado, de manera consciente o inconsciente, a quien he fallado, por las promesas no cumplidas, y los tratos no concluidos, por las ausencias, los silencios, por el poner, o incluso no, poner límites. La vida me pone pruebas muy difíciles, a veces creo que no podre con ellas, me siento morir, llego a creer que todo esfuerzo es en vano... Cuando más oscuro es el camino, una pequeña luz se vislumbra a lo lejos, es pequeña, como una diminuta estrella en el azul marino de la noche, y me recuerda cuán afortunada soy, que hay quien espera por mí, que me ama y acepta como soy, berrinchuda, necia, testaruda, amorosa, tierna, alocada, ideática, inteligente, desesperante, cálida, juguetona, decidida, salvaje, creativa, artista, misteriosa, bruja, seductora, artesana, determinante, odiosa como como la pared de enfrente, la de atrás, y la de la derecha y la de la izquierda; y tantas, y tantas cosas más... Cuando pienso eso, la luz se hace más grande, dejo de ser un diminuto punto, y se convierte en una esfera de luz, tan brillante que ¡deslumbra!, la esfera está llena de rostros, unos conocidos de toda la vida, o de un tiempo sin tiempo, siempre junto a mí, otros me ¡sorprenden! Porque aunque los años, las ocupaciones, la distancia o sólo sea por un Facebook, y que un charco, miles de kilómetros nos separe, o incluso si no hablamos el idioma no ha sido problema, porque un ¡Obrigado! o un afectuoso ¡Beijos! dice más que mil palabras. Gracias porque aunque suene a broma cada uno de mis familiares, amigas, amigos, hermanas y hermanos de corazón o de tradición, incluso a quien me hace el honor de seguirme en mis publicaciones, los llamo cariñosamente mis “Didisianos”. Hoy les pido humildemente a mis Didisianos, una oración para Diana, Didi, Di, Di Mi, Dianiux, Dianita, o como quieran llamarme, porque últimamente mi cuerpo manda avisos de que algo no anda bien, y decido ponerme en las manos de quien sabe y salvo la vida de mi amada Mamita, para que me diga que es eso que mi cuerpo me quiere decir y yo no sé interpretar.
Gracias por el amor, los me gusta, los comentarios y estar siempre al pendiente de mí.
Con amor y agradecimiento incondicional Diana.    



“La tristeza mira atrás, la preocupación mira hacia alrededor, pero La Fe, mira hacia arriba”