martes, 22 de mayo de 2012

La Doncella y el Escorpión.




Una joven Doncella, vio que un escorpión se estaba ahogando y en su nobleza de corazón, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el escorpión la picó.





Por la reacción del dolor la Doncella lo soltó e irremediablemente el animal volvió a   caer al agua, e inevitablemente el escorpión, estaba ahogándose.
La joven intentó sacarlo otra vez y otra vez el animal seguía picándola.



 A corta distancia una Bruja miraba la situación, y decidió acercarse.
“Perdona, pero he visto lo que pasa, y veo con asombro, ¡tu terquedad!!  Que francamente no entiendo… cada vez que intentas  sacar al escorpión del agua, y sabes que te va a picar,  y lo vuelves a hacer una y otra vez...
 La joven orgullosamente respondió:

“La naturaleza del escorpión es picar, la mía es ayudar,  y su naturaleza no va a cambiar la mía”.  



La Bruja observo al escorpión luchando por su vida, y a la dulce niña aullando de dolor e intentando sacarlo de nuevo.
Así que con la ayuda de una hoja, la Bruja  saco al escorpión del agua y lo puso en tierra firme, mientras el animal tomaba su camino ella miro a la Doncella y le dijo:


¨ No cambies tu naturaleza. Si alguien te hace algo malo: solo aprende.
Cuando la vida te de razones para llorar, descubre que tienes más razones para sonreír.
Preocúpate más por tu conciencia que por tu reputación; porque tu Conciencia es lo que eres y tu reputación es lo que otros piensan de ti.
Y lo que otros piensan de ti… es problema de ellos.
Le dio un brebaje para aliviar su dolor, y continúo con su camino, perdiéndose en el bosque aquella capa negra que brillaba con un halo especial a la luz del sol.

Cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia, aprende a regalar tu ausencia a quien no supo valorar tu presencia.